Con cierta tristeza y añoranza vemos que los esfuerzos de la academia por implementar planes de estudio con perfil técnico-científico no quedan más que en nombres rimbombantes.
Las diferentes universidades del País han quedado superadas por las grandes empresas de insumos agricolas que por medio del marketing sistemático, entran en las mentes de nuestros jóvenes dándoles una falsa idea de lo que es ser agrónomo.
Es normal ver por las escuelas de agricultura Gorras, mochilas, llaveros, termos, entre muchos diferentes
artículos publicitarios de las grandes empresas de Maquinaria agrícola, casas semilleras, agroquímicos e insumos agrícolas; los cuales los alumnos portan con orgullo y en algunos casos hasta como símbolo de estatus y pertenencia.
Es indudable que si bien en las aulas se tratan de inculcan los conceptos matemáticos, físicos, químicos,
fisiológicos, fenológicos, fitopatológicos, entomológicos y del suelo, de los cuales egresan alumnos en cada generación muy preparados, pensantes y reflexivos.
Estos estudiantes altamente calificados por lo general inmediatamente se perfilan para continuar el camino
del estudio o la investigación, se dedican a la docencia o regresan a sus lugares de origen para continuar y mejorar el negocio familiar en la agricultura.
Otra gran parte de alumnos que cursan estas carreras, por la misma laxitud que viene asociada a la juventud, pasan de noche o de panzazo las materias fundamentales para su desarrollo profesional.
Ante este escenario, optan por buscar un puesto en ventas en alguna empresa de insumos, semillas, maquinaria, plásticos o cualquier otro insumo que sea viable de comercializar.
Y espero no se me mal interprete, claro que estos personajes son necesarios y valiosos para el correcto desarrollo de la cadena productiva agrícola y sobre todo no puedo generalizar, hay muchísimos asesores técnicos muy valiosos y honestos que no caen en lo que a continuación voy a describir.
El problema viene cuando su criterio agronómico se ve nublado por las exigencias del cumplimiento de metas en la colocación de insumos para alcanzar sus metas de venta, bonos o cualquier otro incentivo que les ofrezcan y/o en el peor de los casos que no los corran por no llegar al objetivo.
"El que tiene un martillo a todo le ve cabeza de clavo"
Es entonces cuando su deber ser como asesor técnico se desvirtúa y se cae en prácticas de recomendación excesiva de insumos los cuales generan diversos problemas:
-Toxicidad en el cultivo
-Desbalances nutricionales
-Salinidad del suelo
-Contaminación de atmósfera y mantos freáticos.
Es necesario realizar un cambio de perspectiva acerca de como se realizan las recomendaciones técnicas al agricultor, pensando siempre en su beneficio mas que en el objetivo de ventas.
Esto por medio de los sistemas innovadores como el que en NORMAN ofrecemos en el cual se da un seguimiento puntual, estadístico y en tiempo real de las variables
Para evitar así los problemas y desequilibrios que afectan la productividad, evitando que el productor gaste de más en insumos y cantidades que no necesita; y lo peor de todo, perdiendo la productividad genética del cultivo tan necesaria para lograr los objetivos que como humanidad tenemos para alimentar a la población al 2050.
Seamos los aliados de nuestros productores agrícolas y ellos mismos nos valorarán, reconocerán y agradecerán por lo que les ayudemos a lograr.
José Raúl Martínez Trejo Luna
Mercagronomo y Maestro en Finanzas
Director operativo NORMAN – Agricultura Cognitiva
Correo: Raul@agronorman.com
Whatsapp: 333-477-15-68
José Raúl Martínez Trejo Luna
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